Política en tensión: Petro responde a Uribe y dice “antes que las cifras de los muertos, las de los vivos”

Un nuevo capítulo del intenso debate político entre el presidente Gustavo Petro y el expresidente Álvaro Uribe Vélez ha prendido la discusión pública en Colombia. La controversia se centra en la interpretación de las cifras oficiales de violencia y en cómo deberían evaluarse los logros de los gobiernos en materia de seguridad y bienestar social.

Foto: El Presidente escribió que, más allá de las cifras de violencia, espera propuestas sobre políticas sociales y productivas. / Presidencia de la República.

Datos vs. denuncias: la pelea por la narrativa

La confrontación actual se originó después de que Uribe lanzara críticas hacia la administración actual, señalando que no refleja con claridad las problemáticas de seguridad que enfrenta el país, como homicidios, masacres y secuestros. Frente a esto, Petro respondió que el debate debe centrarse en indicadores comparables y verificables, especialmente la tasa de homicidios, en lugar de simples acumulados de casos.

La frase que marcó la discusión

En su respuesta, el presidente Petro planteó que, más allá de enfocarse en la cifra de muertos, “antes que las cifras de los muertos, las cifras de los vivos” deben ser consideradas para evaluar los avances en el país. Esta frase resalta su enfoque en analizar tendencias de largo plazo y comparar el impacto social de diferentes periodos de gobierno.

Un debate que no es nuevo

Este cruce entre políticos colombianos refleja una discusión más amplia sobre la forma de interpretar los datos relacionados con la seguridad y la violencia en Colombia. En el pasado, también se han reportado acusaciones de que el Gobierno habría “maquillado” o ajustado las cifras oficiales para mostrar mejoras en indicadores de violencia, generando desacuerdos entre sectores políticos y expertos en datos.

Lo que está en juego

Más allá de las diferencias personales entre líderes, esta confrontación se da en un contexto donde la opinión pública sigue atenta a la evolución de los índices de violencia, así como a las estrategias gubernamentales para mejorar la convivencia, el bienestar y las condiciones de vida de los colombianos.