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Cordillera: cómo un festival se convirtió en referente de la música latinoamericana

Desde su primera edición en 2022, el Festival Cordillera ha logrado posicionarse como uno de los encuentros musicales más importantes de América Latina, reuniendo en el corazón de Bogotá a artistas que representan la diversidad y la riqueza sonora del continente. En pocos años, Cordillera pasó de ser una propuesta novedosa a convertirse en una plataforma esencial para la música latina y un espacio que celebra la identidad andina.


La idea del festival nació como respuesta a la necesidad de un evento masivo que pusiera en el centro a la música en español, en un país acostumbrado a festivales con carteles dominados por artistas anglo. El Parque Simón Bolívar, epicentro de grandes conciertos en Bogotá, fue el lugar elegido para darle vida a un concepto que, desde el principio, se planteó como un homenaje a la cordillera de los Andes y a los sonidos que la recorren.

De 2022 a 2025: un crecimiento constante


La primera edición convocó a miles de asistentes con un cartel que mezclaba leyendas del rock en español como Aterciopelados y Café Tacuba, Maná, No te va gustar, Caifanes junto a propuestas contemporáneas. Desde entonces, cada año el festival ha aumentado la calidad y diversidad de sus artistas, incluyendo géneros como pop, reggae, hip hop, electrónica y propuestas alternativas, pero siempre con un hilo conductor: la música latinoamericana.


Para la edición de 2025, la Cordillera apuesta por uno de sus carteles más ambiciosos, con nombres que van desde íconos históricos hasta nuevos talentos que están transformando los sonidos del continente. Este crecimiento se refleja no solo en el número de artistas y escenarios, sino en la afluencia de público: se espera que más de 80 mil personas asistan este año.


 Identidad, medio ambiente y cultura.


Más allá de la música, el Festival Cordillera se ha destacado por promover un mensaje de orgullo latinoamericano, respeto por la diversidad cultural y cuidado del medio ambiente. La organización ha implementado medidas para reducir el impacto ambiental, como la recolección selectiva de residuos, la eliminación de plásticos de un solo uso y campañas de sensibilización.


Además, el festival ha sido una vitrina para el talento local y un motor para la economía cultural de Bogotá, impulsando empleos, turismo y oportunidades para emprendedores.


Un referente continental


Hoy, Cordillera no solo es un festival: es un símbolo de unión para la región. Ha logrado lo que pocos eventos musicales en Colombia habían conseguido: proyectar la música en español como protagonista, atraer público de todo el continente y convertirse en una cita obligada para artistas y fanáticos.


Con cada nueva edición, el festival consolida su visión de celebrar los sonidos que nacen y se transforman a lo largo de la cordillera de los Andes, llevando a Bogotá a un lugar central en el mapa de los grandes festivales de América Latina.

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