top of page

Lo que no se valora, el tiempo lo reclama (Inspirada en la obra de Gabriel García Márquez)

Hay amores que no necesitan promesas eternas para ser verdaderos.

Amores que no buscan perfección, sino presencia.

Como el de Florentino y Fermina, que aunque separados por el tiempo y las decisiones, jamás dejaron de habitarse en el recuerdo.

ree

Pero hay algo que pocos entienden del libro:

Florentino no se quedó esperando…

Él vivió, sufrió, cambió.

Y cuando volvió, no era el mismo: era alguien que, después de todo, aún creía que el amor merecía una segunda oportunidad,

pero no cualquier amor.

Uno que sea capaz de mirar atrás con dolor,

y aún así, elegir avanzar con dignidad.

ree

A veces el verdadero amor no se nota cuando se tiene cerca,

sino cuando el silencio pesa más que la rutina.

Cuando uno empieza a buscar en otros lo que ya tuvo,

pero no supo valorar.


Y así como en la novela, la vida tarde o temprano pone frente a frente a quienes se amaron con el alma.

Pero para entonces, ya no se trata de si el amor fue real,

sino de si se tuvo el valor de cuidarlo a tiempo.

ree

El amor no es una estación donde uno puede bajarse y subir cuando quiera.

Es un viaje que pide compromiso, no solo deseo.

Porque lo que no se valora a tiempo,

el tiempo se lo lleva sin preguntar.

ree

Comentarios


bottom of page