top of page

Te encontré al fin

Tardé en encontrarte, amor,

como quien busca en el cielo una estrella

que brilla, pero se esconde entre las sombras.

No fue el tiempo quien tardó,

fui yo, aprendiendo a reconocerte,

a entender que eras tú,

mi destino, mi norte, mi hogar.


Te soñé tantas veces,

sin rostro, sin nombre,

pero con un latido que resonaba en mi pecho,

prometiéndome que un día llegarías

a darle sentido a cada espera,

a cada noche de soledad

y a cada lágrima perdida.


Eres todo lo que siempre he esperado,

la respuesta a cada pregunta callada,

la paz que desconocía en mi tormenta,

el abrazo que sana

y el susurro que convierte la vida

en un poema eterno.


Si tardé, fue para estar listo para ti,

para aprender a amarte con la profundidad

de quien sabe que el amor verdadero

es un regalo que se honra cada día.


Hoy estás aquí,

y mi alma te reconoce como su mitad,

mi tiempo no importa ya,

porque contigo todo vale la pena.

Tú, amor mío,

eres el siempre que soñé,

y el para siempre que quiero vivir.


Comentarios


bottom of page