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El valor de seguir soñando

Hay noches en que la inspiración se esconde y el silencio pesa más que las palabras. No es falta de amor al camino, es cansancio del alma que a veces pide una pausa.


He comprendido que no siempre hay que brillar para ser luz. A veces basta con resistir en la oscuridad, porque incluso en el silencio seguimos marcando huella.


No soy perfecto, ni pretendo serlo. Soy humano, dividido entre fuerzas y dudas, pero convencido de algo: quien se atreve a seguir soñando, aun cansado, ya está siendo ejemplo.

Ilustración Diario del Escritor Anónimo
Ilustración Diario del Escritor Anónimo

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